Extracto de la Sociedad de Asesinos
"—Mira Sal, no sé por qué —su voz sonaba triste—, pero hay algo en ti que me gusta—. Bien, ahora sí temblaba como una niña ante su primer beso. Mis rodillas se aflojaron como si fueran a dejarme caer sin más. Él se rascó la cabeza, nervioso. —No puedo explicarlo… ¡maldición! —. Se alejó un poco e hizo un gesto de irritación. —Rompes con todo— se alejó unos pasos más, privándome de aquel calor que mi cuerpo necesitaba. Se revolvía el cabello mientras soltaba una mala palabra tras otra, hasta que su mirada volvió a enfocarse en mí. Sentir su fastidio me molestaba. Dolía. —No sé por qué, pero si sé que eso —dijo señalando la calle ahora vacía— viene por ti. Me señaló con el dedo y una de sus cejas se arqueó acentuando su malestar. —Tal vez no haya resuelto el enigma que se me plantea cada vez que te tengo cerca; no sé por qué necesito jugar al Romeo contigo, o por qué necesito saber que estás a salvo, así que mueve tu culo hermoso o te sacaré de aquí a la rastra y, créemelo, lo disfrutaré.
Me
tomó de la mano. Mientras, mi mente se había quedado atorada entre sus
palabras: me gusta, cada vez que te tengo
cerca, Romeo y culo hermoso. Otra vez mis neuronas fallando, la sinapsis en
huelga. Caminé tironeada por él, no sé cuánto tiempo, pero la única parte viva
de mi cerebro babeaba con su discurso que se repetía una y otra vez. "
Capitulo 11, Confiar en el Diablo.
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Neliel Cross.