Eva
me llamó por teléfono temprano. Me invitó a tomar un café como disculpa por lo
sucedido ayer. Acepté con alegría y me dispuse a llegar a tiempo.
Cuando
llegue, entre rápidamente, estudie el lugar y vi a una mujer hermosa
levantándose cuando me ve.
Temerosa
me acercó a la mesa mientras echaba un vistazo a la foto que tenia de ella.
—Hola
Nel. —me saluda extendiendo la mano.
—Hola
Eva, gracias por venir, y lamento llegar tarde.
—No
llegas tarde—afirma mientras me siento y me imita. —llegas a tiempo. Soy yo la
que ha llegado antes. Sal y carim debieron haberte dicho que soy una
controladora.
—no,
la verdad que no. He planeado llegar temprano y esperarte así que creo que si tú
eres una controladora, supongo que yo también lo soy. —Eva sonríe de lado.
—creo
que somos dos controladoras.
Hablamos
un poco más de lo que había ocurrido el día anterior. Se disculpo unas cien
veces antes de que pasáramos a las preguntas.
Yo:
te haré las preguntas básicas que ya debes conocer.
Eva:
esta bien. Empecemos.
Yo:
¿Cuál es tu fecha de nacimiento?
Eva:
La verdad no lo recuerdo — dice— creo
que nací para la época de la revolución industrial.
Yo:
¿La revolución industrial? —pregunto asombrada y ella asiente. — ¿Hablas en
serio del periodo entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios
del XIX, en Gran Bretaña?
Eva:
si de esa misma. Pareces sorprendida.
Yo:
lo estoy. Ninguna de las chicas me había dado una fecha.
Eva:
ellas piensan que la edad lo es todo. Yo en cambio, pienso que el paso de los
años significa que has sobrevivido. He vivido muchas cosas. ¿Sabes la cantidad
de cosas que he visto? Vi subir y caer presidentes, he visto al mundo cambiar,
cosas simples con las que todos conviven hoy como la tecnología. Nací en una época
en que los hombres enviaban cartas y les respondíamos, no había teléfonos, no había
Internet. Estuve allí cuando se desataron las guerras, viví en la época de los
hippies y vi el surgimiento de países enteros. ¿Crees que la edad es algo que
me preocupa? He conocido cosas que incluso hoy no existen, como la torre Eifel,
el rió amazonas, conocí ciudades que hoy no existen, países que no eran lo que
soy hoy como Grecia. ¡Estuve allí! ¿Cómo podría evitar eso?
Yo:
lo entiendo, es genial. Has conocido cosas que yo he visto solo por fotos o
libros.
Eva:
¡correcto! Y que si tengo mas de cien años. ¡Viví todo eso y aquí estoy!
Yo:
eso bueno ver el entusiasmo que tienes, se de muchos que están aburridos.
Eva:
son estúpidos. —dice y me mira— lamento mi lenguaje, es que hay muchos que
incluso se suicidan. No los entiendo.
Yo:
Esta bien, no soy tan mojigata como Sal cree.
Eva:
hay muchas cosas que Sal cree y no son así.
Yo:
es bueno saberlo—le digo mientras contengo una sonrisa— Eva, ¿Dónde naciste?
Eva:
en un país del sur llamado Argentina. Es un lindo sitio.
Yo:
¡oh! América latina. ¿Sabes bailar tango? Ya nadie lo hace.
Eva:
claro que se bailar tango, solo que casi nadie que conozca lo hace, bueno Nicolás
lo hace pero no se, nunca se lo he pedido, creo que no seria correcto.
Yo:
¿Cuál crees que es tu regla inquebrantable?
Eva:
Las reglas son las reglas. No esta bien romperlas, y si lo haces debes ser
conciente de que habrá consecuencias.
Yo:
¿Cuál es tu canción favorita?
Eva:
Una canción llamada “Magia Veneno” de un conjunto Argentino, Catupecu machu.
Yo:
no lo conozco.
Eva:
es bueno, ya es muy viejo pero es el tema que me gusta, al menos en español.
Yo:
lo lamento, no lo conozco. ¿De que habla la canción?
Eva:
el estribillo dice así “Veo en partes lo que tu ves,
quieras o no estas adentro...
Veo en partes no se si ves, entre lo dicho y lo hecho...”
Veo en partes no se si ves, entre lo dicho y lo hecho...”
Yo:
lo entiendo, habla sobre lo que me decías antes.
Eva:
claro, habla de los que los demás creen de la vida y lo que yo veo de ella.
Yo:
hablando de la vida, ¿Cuál seria su lema en la vida?
Eva:
¿te refieres a que pienso de la vida?
Yo:
si.
Eva:
creo que me gusta pensar que la vida es un juego. Nos dan las reglas y debes
jugar sin pisar fuera de esas reglas.
Yo:
¿cuéntame de ti Eva, que es lo que te gusta y cosas así?
Eva:
me encanta ser una asesina. Me gusta estar al sol, aunque la mayor parte del
tiempo duermo, —dice mirándome a los ojos—las chicas te han contado de la unión,
bueno la mayor partes de las veces tengo el sueño cambiado por eso.
Yo:
¿Cómo te sientes en cuanto a la unión con tus hermanas?
Eva:
a veces me gustaría tener un poco más de intimidad, ya sabes, poder pensar sin
que alguien más me responda. A veces cuesta separar lo que pensamos cada una
pero por lo demás esta bien. No me malentiendas Neliel, amo a mis hermanas,
solo que a veces creo que es demasiado.
Yo:
¿Qué opinas de los lobos?
Eva:
creo que esta bien, la mayor parte del tiempo no nos metemos en problemas, al
menos no como los vampiros y creo que es por que vivimos en manadas y no en
nidos como ellos. Para nosotros lo mas importante es el grupo, creo que en
parte eso me ha ayudado a soportar el vinculo ¿sabes? Creo que lo mismo debió
ocurrirle a Carim, sal era la única que era solitaria.
Yo:
tengo entendido que la unión llevo a sal a consumir comida normal, ya sabes,
como ustedes, ¿alguna vez te encontraste con la necesidad de beber sangre como
ella?
Eva:
no, nunca, creo que es porque Carim y yo comemos comida. Imagino que si fueran
dos vampiros tal vez serian al revés, somos más fuertes en eso, es como lo de
los genes en los niños.
Yo:
podrías contarme sobre tu familia ¿Acaso no se negaron a que te unieras a la
S.A.?
Eva:
nací en una reserva y estaban más que felices cuando me reclutaron. Es un honor
para nosotros pertenecer a la S.A. nos entrenan desde niños para pertenecer a
las fuerzas de la manada, ya sabes para luchar en caso de que alguna otra
manada nos ataque, así que saber que me reclutaban era como darles una medalla
por mi entrenamiento.
Yo:
¿Por qué te reclutaron? ¿Qué es lo que aportas al grupo más allá de la fuerza?
Eva:
honestamente creo que soy la mas centrada y le aporto seriedad al grupo ¿te
imaginas como seria con Sal y Carim? Vivirían de fiesta, nunca harían ningún reporte
y se enrollarían con cuanto humano se le cruzara—agrega molesta.
Yo:
¿crees que estarían en problemas con humanos si no estuvieras?
Eva:
no lo creo, lo se.
Yo:
¿nunca estuviste con un humano?
Eva:
si un par de veces y siempre traen problemas, los humanos son molestos y
demandantes. —Se detiene por un momento y parece pensárselo—lo lamento, estoy
siendo grosera nuevamente.
Yo:
esta bien.
Eva:
soy buena en lo que es estrategias, le aporto seguridad al grupo, creo que mis
hermanas y yo nos complementamos.
Yo:
¿esa es la idea del vínculo no?
Eva:
si, complementarnos para no volvernos locas ni quedar indefensas.
Yo:
¿Cómo es la loba?
Eva:
lo preguntas como si no fuera yo—larga una carcajada y me siento como una
tonta. —la loba es igual a mi, tengo el pelaje oscuro y eso me permite
camuflarme y tengo un lunar en la cola que apareció con los años. Las chicas
dicen que son como las canas de los humanos pero no me importa.
Yo:
Sal y Carim me hablaron de Ben, ¿Qué opinas de él?
Eva:
lo mismo que ellas. Es un engreído con aires de dios.
Yo:
entonces todas opinan igual.
Eva:
claro que si, nos hace lió por cualquier cosa. La última vez nos hizo rehacer
un informe de más de doscientas páginas solo por que había un sello mal puesto.
Yo:
eso es ridículo.
Eva:
lo se, pero debimos hacerlo y a mano.
Yo:
¡auch!
Eva:
puedes imaginarte como me quedo la mano.
Yo:
Cuéntame ¿Confías en alguien Sal?
Eva:
solo en los míos y en la Diosa.
Yo:
¿Cuál es el peor de los sentimientos?
Eva:
la lastima. Creo que es el peor sentimiento.
Yo:
¿Qué opinas de la vida?
Eva:
vivo el día a día. Nada más.
Yo:
¿te has enamorado Eva?
Eva:
Cuando era joven. Si lo hice.
Yo:
¿y que ocurrió?
Eva:
se quedo en la reserva y yo me volví una Asesina.
Yo:
¡oh lo lamento! ¿Acaso no podría haber venido contigo?
Eva:
no, —dice recostándose en el asiento—ningún macho no importa la raza no admitiría
que yo fuera la elegida en vez de él.
Yo:
¿ambos iban a ser elegidos?
Eva:
venían por él cuando Nicolás me vio. Me llevo a mí, y él nunca me lo perdono.
Yo:
lo lamento.
Eva:
no importa, no te preocupes.
Yo:
¿Y que pasa con los demás agentes, no has conocido alguno que valga la pena?
Eva:
Uno, si, pero es un promiscuo. Es un Incubo, ya sabes, tienen sexo para vivir.
Yo:
¿conoces su nombre?
Eva:
si, Hass.
Yo:
es un nombre raro.
Eva:
lo he buscado—contesta algo avergonzada—significa odio en Alemán.
Yo:
¿odio? ¿Quién podría llamarse así?
Eva:
no lo se, él, supongo.
Yo:
Eva ¿Cómo te describirías?
Eva:
no lo se, mejor eso te lo dejo a ti.
Yo:
Dime, si pudieras pedir un deseo ¿Cuál seria?
Eva:
Creo que seria, que el mundo sea mas tranquilo, que los humanos dejaran de
buscar cosas para inculparnos y que los nuestros respeten la vida. Suena
estúpido. Bueno no tan estúpido como Carim pidiendo la paz mundial pero creo
que todos buscamos lo mismo.
Yo:
Eva, quiero agradecerte por tu tiempo.
Eva:
no hay que agradecer, lamento haberte dejado plantada y que tuvieras que sufrir
a la chica de “la paz mundial”
Yo:
Pobre Carim. —me levanto de la silla y ella hace lo mismo. Le tiendo la mano y
me despido de ella. Antes que pusiera un pie en la vereda ella me grita: No
olvides que te comprometiste a venir a vernos Cross. Estaré encantada de salir
un día. —le agradezco mientras sonrió y me dirijo al coche.
Eva no era tan mala
como las chicas decían, tenia puntos claros y era seguro que era mucho mas
seria que Sal y Carim pero no era mala.
Ahora
tan solo me quedaba la entrevista a Hero, quien la verdad me ponía de los
pelos… pero eso seria mañana. Hoy había conocido a una gran agente que sabia
muy bien que quería y como vivir su vida.
Agente Eva: Misión Cumplida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Cuéntame qué opinas? Tú comentario es importante. Gracias por compartir conmigo este espacio.
Neliel Cross.